La instalación de una válvula en la red principal de impulsión cloacal, que tiene destino final las piletas de tratamientos, genera malestar en vecinos de Barrio Don Bosco. La evacuación de gases y pérdidas de líquidos, sumados a las vibraciones generadas por el paso de camiones en un desnivel en la autovía llevan a una familia replantearse el continuar viviendo en el lugar.
Arturo es un vecino que posee su vivienda próximo a la alcantarilla de descarga que cruza por debajo de la autovía nacional 22. En la misma se encuentra el caño principal de líquidos cloacales, al cual se le instaló una válvula para que en caso de superar la presión del mismo un rango establecido hace apertura para liberar presión, con la emanación de gases.
Estos provocan olores que llevan a que su vivienda reciba estos, mencionando el vecino que en verano complica el estar fuera de la propiedad.
A esto se suma una perdida de líquido que en el lugar se comenzó a producir.
El otro aspecto que llevó a recibir el planteo de la esposa de Arturo, son las fallas estructurales que su cas posee por el paso de camiones en la ruta, que al golpear con una diferencia en la cinta asfáltica por una reparación, motivan vibraciones que llevan a tener ya elementos dañados en la construcción de su casa.